domingo, 15 de noviembre de 2015

"Tengo que escribir un título"

Tengo.
Tengo que.
Tengo que hacer mucho.
Tengo que estudiar más.
Tengo que dibujar más.
Tengo que escribir más.
No tengo que pensar tanto.
Definitivamente tengo que saber más.

Como mujer tengo que hablar menos. Tengo que aprenderme todas esas malditas reglas y tengo que sangrar y doblegarme hasta que no tenga que pensar para cumplirlas. Tengo que ponerme un vestido. Tengo que calzar unos tacones. Tengo que pintarme los labios. Tengo que pensar en chicos, y sólo en chicos. Tengo que ser heterosexual. Tengo que ser una santa en la calle y una guarra en la cama. Tengo que ser perfecta. Tengo que ser perfectamente dependiente de cualquier ser con polla que me mire. Tengo que sonrojarme y reír tontamente mientras me tratan como el trozo de carne que tengo que ser. Tengo que pensar en mi futura boda. Tengo que saber el nombre de mis futuros hijos. ¡Obviamente! Tengo que utilizar mi útero algún día. Tengo que querer utilizarlo, y ¡tengo que adorar a todos los cachorros de la faz de la tierra! Sobretodo si son humanos, claro. Tengo que adelgazar. Tengo que comer menos. Tengo que hacer más ejercicio. Y por supuesto, tengo que ser menos que cualquier hombre.

Como humana tengo que comer animales muertos. Porque es lo natural, claro. Tengo que fingir que soy especial. Tengo que fingir que no sé cuan no lo soy. Tengo que querer menos y tengo que hacer más. Tengo que escuchar más a los demás y tengo que dejar de quejarme porque los demás sólo dicen gilipolleces. Tengo que creerme que soy estúpida y tengo que convencer a los demás que intento no serlo. Tengo que dejar de defender mis libertades individuales. Tengo que dejar de despreciar a los que no saben lo que es el respeto. Y por supuesto, tengo que creer mi especie es mejor que el resto.

Como amiga tengo que quedar más. Tengo que ser más normal. Tengo que ser más empática. Tengo que adivinar cuando los demás están mal. Tengo que consolar a mis amigos y tengo que reírme con sus chistes. Tengo que fingir que sus pullas no me duelen. Tengo que comprar una sonrisa falsa en el Corte Inglés más cercano. Tengo que ponérmela siempre que ellos decidan que no merezco su respeto. Tengo que morir intentando gustarles a todos. Y por supuesto, tengo que ser amiga de todos ¿no tengo a caso que sentirme honrada porque un ser superior con pene me dirija la palabra sin pensar en mis tetas?¿acaso no tengo que aceptar que las tetas de las otras son más firmes y atractivas que las mías como señal indudable de respeto?

Como hermana. Como hija. Como novia. ¿Qué más dan todos estos roles si realmente no mi importan? ¡NO! Tengo que ser buena en ellos. Tengo que saber que se lo debo. Sí, señor. Tengo que ser buena en estos roles. Y seguirlos, por supuesto.

Si no fuese tan rebelde. Si no fuese tan orgullosa. Si no fuese tan sarcástica. ¡Aaaah!Sí. Se me olvidaba. Tengo que dejar de ser tan sarcástica.
Si no fuese porque todas estas cosas me las paso por el forro de los cojones que no tengo, os juro que.... la verdad, tengo que reconocer que no sé que pasaría.
Algo sí que sé: ¡Humanidad, al completo, tenéis que iros todos a la mismísima mierda!

Hala, tengo que.... yo qué sé. ¡Que rallada de post, por Dios!

1 comentario:

  1. Pandawan añade:

    TENGO, con urgencia, que postrarme a tus pies y permanecer arrodillado hasta que mis rótulas peguen alaridos de dolor.
    Sin duda es, si no lo mejor, de la canela más fina que he leído.
    Ni pienses que voy a juzgarte. Es tu blog y escribes lo que quieres, que para algo eres tuya ;3
    Y, ahora que lo pienso... TENGO QUE hacerte un monumento. A la voz de ya.

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